No sé
si exista algo parecido a la resignación
es una
palabra enjaulada en la sólida consigna de que no hay que sufrir
Marinita, chuquiragüita
de la montaña,
enarbolada mujer de canela,
especias y azúcar.
Me gusta pensarte fuerte
y valiente
yendo y viniendo del
horno,
pisando la tierra que nos
envuelve
y que también nos lastima.
Tus hijitos pescando en
el Lago San Pablo,
mientras tú
les procurabas la carencia
del hambre en sus estómagos,
amasando la harina que alimentaba
a todo el pueblo.
Eres luz del fogón del
pan.
Trabaja y alimenta,
trabaja y sobrevive, trabaja y ama
mientras los guambras se
escapan para descumbambarse
porque no pueden soportar
la espesura de tu ausencia.
Trabaja porque el dar
vida a tus hijos es más importante que lo vital, vivir
trabaja y sufre porque
tus guaguas se van a ver a Javier Solís a escondidas,
en 35 milímetros y con
una funda de fritada en sus manos;
trabaja y vive porque les
estás dando vida.
Trabaja abuelita, y sé
fuerte
que tienes que enseñar a enfrentar
la tristeza a tus hijas y nietas.
¿Te puedo agradecer? porque
tu sufrimiento fue nuestra comida
de él aprendimos, de él
nos aliméntanos, gracias por enseñarnos.
La añoranza casi febril de la infancia,
nostalgia en el arrebolado
lecho de la tarde
nosotras jugando en las maderas
recién cortadas
y tú viéndonos, la felicidad
se volvía infinita
nostalgia de ignorar el
futuro
y de sentirse satisfecha
con lo importante.
¿Te acuerdas cuando vivimos
en Otavalo?
Los recuerdos son dolor
que se quedan oxidados
bajo el sol del poniente.
Que absurdos me van a
resultar los primeros de enero
me gustaban tanto.
El teléfono desangrándose
por las noticias
y yo con el nudo en la
garganta que aprieta como manos hostiles
Explotar de angustia es
posible,
se quiebra el co-razón
cual ramita seca.
Encontrar felicidad me
resultó imposible
en el sendero de la
distancia mohosa que me separa del calor.
Pero, no importa porque
yo voy a ser tu guagua hasta la eternidad
y si es cierto que los
dioses permiten los reencuentros
me vas a esperar con tu
coladita morada y pancito de maíz.
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